martes, 23 de junio de 2009



Me despierto pensando si hoy te voy a ver, pero es inútil negarlo: tu me estás atrapando otra vez. Eres un ángel maldito, eres el hombre más cruel. Un arma de doble filo: contigo sólo puedo perder. Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que NO, y ahora tengo que esconder las heridas. Y ese pulso que jugué, porque quise lo perdí. Nunca me podré alejar de ti. Te extraño cuando llega la noche, pero te odio de día, después me subo a tu coche y dejo pasar la vida. Debería dejarte, irme lejos, no volver.

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