domingo, 6 de diciembre de 2009




Una vez que se esconda la luz y el motor deje ya de rugir, todo aquello que dijimos
tendrá sentido. Y el que ría en la barra de un bar, y el que muera en el fondo del
mar se encontrarán caminando por el mismo camino. Mientras tanto volvemos a
hablar y la noche ahí está, y yo se que mañana nos puede tocar estar juntos o
escapar por el mundo, es mejor esperarte.
Una vez que el incendio se fue y el reloj de la muerte paró, podemos ver este

río un poco más cristalino. El silencio no tarda en llegar y tu rostro comienza a
cambiar, años atrás no creíamos en este destino.

Si la realidad está mintiendo
y todo esto no es verdad,
yo sé que igual seguiré viviendo,

siempre esperando.

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