
Cuando la luz del día vuelva a brillar, cuando estés aburrido de ya no estar, si las piernas te alejan de donde vas, y si todos te dicen no vuelvas más, quedate, no estas solo, mirame, resiste. Toma mi mano y vuelve, porque en mi mano está el poder, la que te acerca hasta aquí, la que te tiene junto a mí. Un murmullo en tu oído te hace temblar, amanece y el sol sube sin parar, tu ojo enfermo lo mira sin parapadear, ya la noche se escapa y con ella te vas. Las preguntas calladas sin contestar, las respuestas cerradas a como espejos los ojos que no ven más los que quedan llorando porque te vas.
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